jueves, 2 de agosto de 2012

En el chinchorro

Si, también conocido como Hamaca, nada como sentarse o acostarse en uno para relajarse...
Podrá ser tejido, de tela, de diseño ultramoderno, provoca tener uno en ese rinconcito especial del hogar para dejar fluir los pensamientos un domingo cualquiera.
Cuando me acuesto en un chinchorro (ojo que no podría dormir en uno porque amanecería tuerta al día siguente) siento el bailoteo de las olas en mi cuerpo, mecerme y adormilarme es de las mejores experiencias que he podido experimentar, por ello si no han tenido ocasión de dormitar en uno, lo recomiendo.
Este fin de semana tuve oportunidad de pasar varias horas pensando en "nada" mientras me mecía respirando el maravilloso olor del mar; lástima que estaba dentro del apartamento donde nos quedamos y no a las orillas de la playa porque allí si habría sentido el paraiso absoluto...






Y aquí ya de noche con el chinchorrito de fondo, luciendo la flor playera que me fabriqué:



Aquí una maravillosa imagen que encontré en la Web, de Canaima, maravilla natural en el mundo, sitio al cual quizás algún día me anime a ir (lo digo porque el turismo rústico y aventurero no es precisamente lo mío)



Besitos,
desde las alturas

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